Orar en el mundo obrero. Primer domingo de Adviento B

Llegamos a un nuevo Adviento. Empezamos un año y ciclo nuevo. Una nueva oportunidad. 

La pandemia nos ha descubierto la necesidad de vivir con hondura el presente, sin añorar pasados distintos, y sin fiarlo todo a futuros inciertos. Pero vivir el presente solo es posible desde la memoria y la esperanza. Nuestra esperanza se asienta en la memoria y se realiza en el presente. Se asienta en la memoria de las maravillas que Dios hace con su pueblo, en la memoria de nuestro camino recorrido, y en el presente que es historia de salvación cotidiana. Se asienta, siempre, en el amor y la fidelidad de Dios. En este Adviento nuestra memoria nos lleva a la mirada agradecida a estos primeros 75 años de historia de la HOAC, al recuerdo agradecido de las mujeres y los hombres que se hicieron esperanza en y para su mundo obrero. Y nos lleva a acoger gratuitamente la tarea de ser esperanza hoy también con y para nuestro mundo obrero. 

Para cuidar la memoria y la esperanza oramos en el mundo obrero, en esperanza, con esperanza, para la esperanza.

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