Tanta paz encuentres, como descanso dejas

 

Vaya por delante -excusatio non petita...- que, aunque las generalizaciones no son buenas, y reconozco los matices que caben en mis afirmaciones, las imágenes globales que formamos expresan los acentos con más intensidad. Todos tenemos, aún a costa de los claroscuros, imágenes globales de muchas cosas. En nuestro mundo las hay de los políticos, así, en general, como las hay de la Iglesia, o de la banca, o de la izquierda y la derecha... Y todas son imágenes que por generales resultan desenfocadas. Pero todas iluminan aspectos y acentos que son definitorios de los rasgos característicos de lo que imaginamos.

Pues algo de eso me pasa a mí con los USA. De entrada me fastidia que se le llame "América", por lo que supone de desprecio a la inmensa mayoría de americanos (del norte, del centro y del sur) que quedan fuera de esa arrogante apropiación del todo para una mínima parte. Si "América para los americanos", hay que admitir que en USA solo hay una minoría de americanos, y desde luego, no la diversidad de culturas y pueblos americanos que existen además de los WASP.

Así que hablo de los USA o, mejor, de los DSA, Los Disunited States of América. Siempre me ha parecido un país de lelos, así, en general, ya digo. De poca calidad mental. Un país infantilizado -que no infantil- y que se mueve en un marco de pensamiento estrecho y cercado de eslóganes publicitarios y frases cortas. Un país poblado -así, en general, ya digo- por mentes de escaso rendimiento y una superficialidad banal que tira de espaldas.

Un país en el que se concentra mucho de lo que personalmente me asquea. 

He de reconocer, sin embargo, que ha dado a luz otras cosas que me parecen sublimes, como el jazz en todas sus variantes y formas. O ciertas películas, contadas con bastantes dedos de las dos manos. Y personas que tienen tal talla humana, que me resulta extraño admitir que son de allí. Curiosamente lo mejor de los DSA nace en las periferias acogotadas por quienes se creen con derecho literal a sentarse a la diestra de ese Dios Padre que han hecho a su imagen y semejanza.

Se dice que no hay nada más parecido a un obispo que otro obispo. Con los presidentes de los DSA pasa igual: nada se parece más a un presidente de ese país, que otro presidente de ese país. Da igual si uno es demócrata y otro republicano, o liberal, o de cualquiera de los minipartidos que existen en la sombra informativa. En el fondo, salir del guion les resulta difícil a todos.

Pero que Biden gane las elecciones, y además con margen más que suficiente, me parece una buena noticia, por lo que supone de patada en el culo a un descerebrado fascista, convertido en un histriónico Nerón, dispuesto a prender fuego a la Roma del mundo a base de ir generando incendio tras incendio en las relaciones internacionales, y de causar y abrir heridas internas en su país, sin importarle las consecuencias, a base siempre de mentiras, con tal de poder seguir escuchando, de imbéciles aduladores, que su lira expresaba las mejores notas musicales del mundo y su poesía era genial, pese a que ardiera el mundo entero frente a él. 

Yo creo que el mundo respira hoy algo más tranquilo, aunque no del todo. Pero ese algo, ya vale mucho. Al final, siempre hay una porción de seres humanos que nos salva del desastre. Siempre hay hombres y mujeres dispuestos a velar, a vigilar, a tener la mirada abierta, a empeñar su vida, a comprometerse para que la sinrazón no acabe triunfando. En medio del caos siempre hay quien es capaz de señalar la verdad, y apuntar una dirección hacia ella.  Basta saber si todos los demás seremos capaces de ir caminando por esa senda, o estamos condenados a que nuestra frágil memoria nos traiga de nuevo, cada cierto tiempo, a los lugares más oscuros de nuestra historia.

Habrá que ver. De momento, tanta paz encuentres, pobre Nerón idiotizado, como descanso dejas.



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