Pedimos, Jesús, tu mirada


Pedimos, Jesús, tu mirada para quedar perdonados.
Tu mirada es compasiva y purificadora. 
Penetra hasta dentro, 
sanándolo todo con la medicina de tu amor.
¡Qué bien nos conoces y nos comprendes! 
Tu mirada se posa misericordiosamente sobre nosotros 
y los pecados ya ni se recuerdan, o se recuerdan para confesar tu nombre.
Es una mirada que nos dice: Yo te amo, a pesar de todo, yo te amo.
Es una mirada que lo viste todo de ternura. Porque el amor dignifica.
Cuando uno se siente amado, ya se ve como persona, y su vida se ilumina.
¿Quién, al ser objeto del amor de Dios, no se sentirá valioso e importante?
Para que nuestros ojos se parezcan a los tuyos.
Cuando tú nos miras, pones en nosotros ojos nuevos,
ojos que empiezan a parecerse a los tuyos.
“Te pareces a mí, porque yo te miro. Te pareces a mí,
porque yo te amo”
Todo el que es amado, contagia amor.
Todo el que es mirado con misericordia, mirará con misericordia.
Por eso pedimos, Jesús, tu mirada, 
para parecernos a ti.

(Cáritas – 1992)

Comentarios

  1. No dejes, Señor, de mirarme siempre con esa misma ternura que de ti siento.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama