Me carga cada vez más la manera prosaica de celebrar estas fiestas de diciembre y enero, entre otras cosas porque con la edad uno se vuelve más frugal, y me resulta imposible digerir la cantidad de comidas "obligadas" que se supone hemos de hacer con profusión pantagruélica de manjares, que nos llevan a repetir menú -comiendo de sobras- semanas y semanas, así que procuro ceñirme a lo esencial: Su contenido religioso, que es lo que yo celebro. Navidad, Santa María - Año Nuevo, Epifanía. No obstante, en esa celebración cabe también la reunión familiar, en Nochebuena, y la que nos congregará el día de Reyes a toda la familia. Son momentos de anclaje de las relaciones familiares que hay que vivir a lo largo de todo el año. Bien es verdad que en mi familia no necesitamos llegar a estas fechas, porque buscamos -con ocasión o sin ella- la forma de reunirnos periódicamente en torno a la mesa y a la larga sobremesa. Estos días traen también la ocasión para el encuentro sereno c...
Por fin llegó el dia!!!! Lo que se ha hecho de esperar....jajaja Fiesta, fiesta....
ResponderEliminarMe encuentro a tiro de piedra, pero desconozco la dirección y dando vueltas se me estropeará lo que he preparado con ilusión. ¡Feliz fiesta!
ResponderEliminarpues ya lo siento. le hemos echado de menos. Hay quien me ha preguntado si iba a venir. De haberlo dicho antes... Ya habrá otra ocasión.
ResponderEliminarTe lo dije, Fernando. Pusiste la dirección en Facebook, pero no aqui... Esto te va a obligar a hacer otra cena.
ResponderEliminar