No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas. Sin embargo, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere sanar nuestra vida. La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Es un cambio que va creciendo en nosotros a medida que vamos cayendo en la cuenta de que Dios es alguien que quiere hacer nuestra vida más humana y feliz. Porque convertirse no es, antes que nada, intentar hacerlo todo mejor, sino sabernos encontrar por ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata solo de “hacerse buena persona”, sino de volver a aquel que es bueno con nosotros. Por eso, la conversión no es algo triste, sino el descubrimiento de la verdadera a...
De vez en cuando la vida nos sorprende con canciones como ésta. Gracias por compartirla. ¡¡Buen fin de semana!!
ResponderEliminarPreciosa. De vez en cuando en la vida, encuentras gente maravillosa a la que habías visto, pero no conocido...
ResponderEliminarA estas horas no estoy en condiciones de cantar, pero sí de dar gracias. Gracias por la canción de cada día.
ResponderEliminarDe vez en cuando la vida nos recuerda lo afortunado que somos y que con frecuencia solemos olvidar. Gracias Dios Padre por regalarnos esos de vez en cuando...que hacen nuestra vida maravillosa
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