No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas. Sin embargo, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere sanar nuestra vida. La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Es un cambio que va creciendo en nosotros a medida que vamos cayendo en la cuenta de que Dios es alguien que quiere hacer nuestra vida más humana y feliz. Porque convertirse no es, antes que nada, intentar hacerlo todo mejor, sino sabernos encontrar por ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata solo de “hacerse buena persona”, sino de volver a aquel que es bueno con nosotros. Por eso, la conversión no es algo triste, sino el descubrimiento de la verdadera a...
Yo espero que entre M Carmen y ser el primero en felicitarla por su onomástica. Pido para ella, para Fernando y para todos los lectores de esta página que la Virgen de Carmen interceda por nosotros y nos ayude a cambiar el corazón de piedra por un corazón más sensible en el que "los otros" nos precedan. ¡Feliz Día del Carmen!
ResponderEliminarAinnsss...¡¡Qué rabia me da no haber leido esto antes!! Muchísimas gracias Francisco. Eres un sol. Ya ves, y Fernando diciéndome que "Ya no me espera"...jajaja Vaya canción que me dedica en este día... Bueno, os debo un cafelito. Besos y gracias.
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