Feliz año nuevo, en pijama
Me carga cada vez más la manera prosaica de celebrar estas fiestas de diciembre y enero, entre otras cosas porque con la edad uno se vuelve más frugal, y me resulta imposible digerir la cantidad de comidas "obligadas" que se supone hemos de hacer con profusión pantagruélica de manjares, que nos llevan a repetir menú -comiendo de sobras- semanas y semanas, así que procuro ceñirme a lo esencial: Su contenido religioso, que es lo que yo celebro. Navidad, Santa María - Año Nuevo, Epifanía. No obstante, en esa celebración cabe también la reunión familiar, en Nochebuena, y la que nos congregará el día de Reyes a toda la familia. Son momentos de anclaje de las relaciones familiares que hay que vivir a lo largo de todo el año. Bien es verdad que en mi familia no necesitamos llegar a estas fechas, porque buscamos -con ocasión o sin ella- la forma de reunirnos periódicamente en torno a la mesa y a la larga sobremesa. Estos días traen también la ocasión para el encuentro sereno c...
...Esto... ¿Y si nos hicieras un resumen?
ResponderEliminarMe atrevo a resumir para ti, M Carmen, que estamos llamados a ser luz y sal, que no podemos quedarnos con el tesoro de la fe para nuestra intimidad, sino que es el mismo Jesús quien nos invita a ponernos en camino y manifestarlo. La Iglesia hoy está ocupada sólo por abuelos: los hijos han abandonado y los nietos no han oído hablar de Jesús de Nazaret; se despuebla, se vacía... Nos hemos convertido en tierra de misión.
ResponderEliminarPido perdón a Fernando y espero que él te ilumine.
Un abrazo en Cristo.
No hay nada que perdonar. Buen resumen
EliminarMuchas gracias Francisco.
EliminarCreo que entonces habría que hacer una profunda reflexión de por qué en algunas iglesias, sólo quedan los mayores.Estamos en el Siglo XXI y hay que actualizar el contenido para el tipo de personas que ocupan ahora el mundo. El Mensaje es universal y no cambia, pero la manera de exponerlo debe hacerlo.