TE DAMOS GRACIAS CON FUERZA Y TERNURA


Hoy, Señor, queremos cantarte
con nuestra voz humana,
con nuestras palabras torpes y libres
y nuestro lenguaje de calle,
que Tú tan bien entiendes,
porque la comunicación es posible.

Por ser viajeros del tren de la vida,
por haber dejado de ser islas,
por adentrarnos por senderos y charcos,
playas, desiertos, montañas y llanos,
por tu presencia viva en esta aventura,
te damos gracias con fuerza y ternura.

Por nuestro yo abierto que compartimos,
por nuestro yo íntimo que tanto amamos,
por nuestro yo ciego que a veces nos da miedo
y también por nuestro yo desconocido que va aflorando,
por todo lo que somos y compartimos,
te damos gracias con fuerza y ternura.

Por todos los pequeños y grandes caminos
de comunicación, diálogo y encuentro:
por la palabra y el gesto con la mano abierta,
por la sonrisa, el guiño, el beso y las lágrimas,
por el abrazo redondo y todos los sentidos,
te damos gracias con fuerza y ternura.

Por los ojos que saben decir lo que llevan dentro,
por los pies que nos acercan a los que están solos,
por el cuerpo que expresa nuestros sentimientos,
por los corazones que laten al unísono,
por quien con su amor nos comunica vida,
te damos gracias con fuerza y ternura.

Porque nos hemos puesto en camino a toda prisa,
y hemos entrado en casa del pobre;
porque hay vientres llenos de espíritu vivo,
y tú estás con nosotros a lo largo del camino
como prenda y señal de comunicación,
te damos gracias con fuerza y ternura.


Florentino Ulibarri

Comentarios

  1. ¡Gracias, Dios mío, por la historia de salvación que estás haciendo conmigo! ¡Ayúdame a hacer cada día tu voluntad!

    ResponderEliminar
  2. ...porque estás con nosotros a lo largo del camino,
    te damos gracias con fuerza y ternura.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama