Me carga cada vez más la manera prosaica de celebrar estas fiestas de diciembre y enero, entre otras cosas porque con la edad uno se vuelve más frugal, y me resulta imposible digerir la cantidad de comidas "obligadas" que se supone hemos de hacer con profusión pantagruélica de manjares, que nos llevan a repetir menú -comiendo de sobras- semanas y semanas, así que procuro ceñirme a lo esencial: Su contenido religioso, que es lo que yo celebro. Navidad, Santa María - Año Nuevo, Epifanía. No obstante, en esa celebración cabe también la reunión familiar, en Nochebuena, y la que nos congregará el día de Reyes a toda la familia. Son momentos de anclaje de las relaciones familiares que hay que vivir a lo largo de todo el año. Bien es verdad que en mi familia no necesitamos llegar a estas fechas, porque buscamos -con ocasión o sin ella- la forma de reunirnos periódicamente en torno a la mesa y a la larga sobremesa. Estos días traen también la ocasión para el encuentro sereno c...
Antes de ser... no se es... Entonces ¿Dónde estamos? Jajajaja
ResponderEliminarBuenos días y feliz jornada, Francisco y Fernando.
Besos
Antes de nada, quiero aclarar que no llegué antes porque me quedé dormido y salí a toda prisa para la piscina. Dicen que la piscina me viene muy bien, pero va a acabar conmigo. Para mí es un día hermoso: Mª Carmen está contenta y hasta se acuerda de mí, ¿acaso hay algo más? No entiendo cómo podía vivir antes de llegar a este encuentro. Todo mi afecto.
ResponderEliminarFrancisco.... que me acuerdo de tí siempre... Cada día os saludo a los dos, lo que ocurre es que hoy me adelanté y me has podido ver.
ResponderEliminarDicen que la piscina es genial para la espalda y para todo en general. Ya verás como poco a poco te costará menos y disfrutarás más de sus beneficios.
Un beso