Sorpresa y admiración

En este tiempo que nos toca vivir,
en el que todo se programa,
se sopesa, cuenta y mide,
no hay espacio para la sorpresa
ni para admirar tu presencia
junto a nosotros,
en la intimidad más íntima
o en la plaza pública.

Y, sin embargo, yo quiero ser tocado,
conquistado,
embelesado,
fascinado,
ilusionado,
hechizado,
seducido,
enamorado
por tu presencia,
por tus gestos y palabras,
por tus hechos y buena nueva.

Y quiero que me envuelva
tu aliento,
tu autoridad,
tu sonrisa,
tu ternura y fortaleza,
tu fuego y paz,
tu chispa y bondad;
que me atrape tu Espíritu,
me desconcierte tu esperanza
y me extrañe tu ausencia.

Y, ojalá, me admire mi fe,
me sobrecoja tu toque y mi curación
y me maraville de lo que soy para Ti.

Aventura,
sorpresa,
novedad,
curación,
vida vida nueva
Contigo.

¡Y a seguir manteniendo
puertas y ventanas
abiertas!

F. Ulibarri

Comentarios

Entradas populares de este blog

No tengo fuerzas para rendirme

Feliz año nuevo, en pijama