Orar en el mundo obrero, 33 domingo T.O.
“Enterrar” la vida de manera estéril, para preservarla, es malbaratar la misma vida, es enfermarla, es echarla a perder. Jesús critica la actitud de quien, por miedo al riesgo, reduce la fe a mera conservación, impidiendo su crecimiento y expansión. Jesús no nos propone un cristianismo “en conserva”.
En estos meses de confinamiento, pandemia, desconcierto, incertidumbre y miedo, dolor y muerte, quizá nuestra tentación es “enterrarnos” para preservarnos. Renunciar al riesgo de la vida y del evangelio. Ceder a la tentación de la esperanza. Renunciar a la utopía del Reino, abrumados por el peso aplastante de la dura realidad.
Orar en el mundo obrero nos impulsa al riesgo de la fe, a sembrarnos y gastarnos, para dar fruto.
Lo duro no es idealizar y cambiar el pensamiento, sino ponerlo por obra.
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