Me carga cada vez más la manera prosaica de celebrar estas fiestas de diciembre y enero, entre otras cosas porque con la edad uno se vuelve más frugal, y me resulta imposible digerir la cantidad de comidas "obligadas" que se supone hemos de hacer con profusión pantagruélica de manjares, que nos llevan a repetir menú -comiendo de sobras- semanas y semanas, así que procuro ceñirme a lo esencial: Su contenido religioso, que es lo que yo celebro. Navidad, Santa María - Año Nuevo, Epifanía. No obstante, en esa celebración cabe también la reunión familiar, en Nochebuena, y la que nos congregará el día de Reyes a toda la familia. Son momentos de anclaje de las relaciones familiares que hay que vivir a lo largo de todo el año. Bien es verdad que en mi familia no necesitamos llegar a estas fechas, porque buscamos -con ocasión o sin ella- la forma de reunirnos periódicamente en torno a la mesa y a la larga sobremesa. Estos días traen también la ocasión para el encuentro sereno c...
Bueno... un error de cálculo lo tiene cualquiera... Me voy el 17 a las 5 de la mañana (casi el 16...jajaja)¿Recuerdas? Por eso la cena no podia ser el 16, por el madrugón.
ResponderEliminarVisto como te expresas, parece que te vayas a quedar como perro al que le quitan pulgas...jajaja Desde luego... ¡¡Ya me echarás de menos...!!
La canción preciosa y muy bien escogida. Gracias.