No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas. Sin embargo, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere sanar nuestra vida. La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Es un cambio que va creciendo en nosotros a medida que vamos cayendo en la cuenta de que Dios es alguien que quiere hacer nuestra vida más humana y feliz. Porque convertirse no es, antes que nada, intentar hacerlo todo mejor, sino sabernos encontrar por ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata solo de “hacerse buena persona”, sino de volver a aquel que es bueno con nosotros. Por eso, la conversión no es algo triste, sino el descubrimiento de la verdadera a...
Con el tiempo no sólo disfruto la música que nos ofreces cada día, sino doblemente cuando intuyo que es del gusto de Mª Carmen. ¡Feliz día del Señor!
ResponderEliminarTal parece que Mari Carmen se ha tomado vacaciones del blog y no aparece por si el jazz
EliminarEsta cancion es preciosa
ResponderEliminarpues identifícate
EliminarVaya... Para una que pones que me encanta, voy y, justo ese día no entro en el blog...
Eliminar¡¡Si es que eres tan cansino que ya no me esperaba estas cosas de ti!!
¿Ves? Puede haber buena música sin jazz...
¿Quieres otra preciosa? Busca "Un lugar llamado esperanza" de Sergio Rivero y me cuentas.
Feliz comienzo de semana para los dos. Besos