Cuando sea tentado (domingo 1 cuaresma)


Cuando sea tentado por el hambre,
no me dejes caer en soluciones fáciles.
No a la gula,
no a la pereza,
no a la vida cómoda y satisfecha.
Dame sólo el pan nuestro de cada día.

Cuando sea tentado por la fama,
no me dejes caer en la soberbia.
No a la imagen,
no al orgullo,
no a una vida ambiciosa y fácil.
Dame sólo la grandeza de tener hermanos y Padre.

Cuando sea tentado por el poder,
no me dejes caer en sus redes.
No al uso de su fuerza,
no al dominio,
no a una vida arrogante y prepotente.
Dame sólo el gozo del servicio humilde.

Cuando sea tentado por lo que sea,
 no me dejes solo con mi pena ni con mi osadía.
Y aunque no te lo pida,
ni haya apreciado tu ejemplo y propuesta,
dame tu segura compañía
para andar por la vida.

Y mientras caminemos por el desierto,
que tu Espíritu, sólo tu Espíritu,
me empuje y guíe
a los corazones y a los oasis
en los que Tú estás presente,
aunque no lo invoque.

¡No me dejes caer en estas
ni en otras tentaciones!

Florentino Ulibarri

Comentarios

  1. Cuando sea tentado, Señor, dame tú las fuerzas que yo no poseo para no desfallecer.

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