No nos gusta hablar de conversión. Casi instintivamente pensamos en algo triste, penoso, muy unido a la penitencia, la mortificación y el ascetismo. Un esfuerzo casi imposible para el que no nos sentimos ya con humor ni con fuerzas. Sin embargo, si nos detenemos ante el mensaje de Jesús, escuchamos, antes que nada, una llamada alentadora para cambiar nuestro corazón y aprender a vivir de una manera más humana, porque Dios está cerca y quiere sanar nuestra vida. La conversión de la que habla Jesús no es algo forzado. Es un cambio que va creciendo en nosotros a medida que vamos cayendo en la cuenta de que Dios es alguien que quiere hacer nuestra vida más humana y feliz. Porque convertirse no es, antes que nada, intentar hacerlo todo mejor, sino sabernos encontrar por ese Dios que nos quiere mejores y más humanos. No se trata solo de “hacerse buena persona”, sino de volver a aquel que es bueno con nosotros. Por eso, la conversión no es algo triste, sino el descubrimiento de la verdadera a...
Lamentablemente no todos los días puedo llegar a esta hora para deleitarme con la música, respirar hondo y retirarme a descansar, pero 1 hora y 41 minutos es demasiada espera: mañana sigo con este concierto que tan bien apunta, aunque no le guste a "la dormilona". ¡Feliz día del Señor!
ResponderEliminarNos debe tener castigados, porque hace tiempo que no aparece
EliminarEl castigo te lo pones tu solito con esta música que me pones ¿Qué quieres que te comente sobre ella, alma de cántaro? ¿Todo lo que me gusta escucharla? Ainnssss...
EliminarTe eché de menos ayer. Me hubiese gustado que vinieras, aunque se que no pudo ser.
Besos a los dos
Por cierto que si el concierto es bueno, la versión del "cheek to cheek" entre el minuto 50, y la hora y cinco minutos, es sublime
ResponderEliminar