Empieza el calor
Y con el calor las tardes en que es mejor no moverse de casa si se pudiera. Hasta ahora los comentarios van empatados. La mitad dice que será un verano de aupa, y la mitad que se avecina un verano especialmente fresquito. Como tendré que pasar todo el verano aquí, hasta bien entrado agosto, espero que acierten los segundos, porque de lo contrario, la mitad del día no seré persona, y la otra mitad, a duras penas. Y, pese al calor, las tardes tienen su ritmo y sus ocupaciones. Las lecturas que llevan esperando algún tiempo hasta encontrar estos huecos. El jardín, la acogida de las personas, con otro ritmo y pausa, la música, la oración... El mirlo sabe que las horas aprietan, así que espera hasta la caída de la tarde para aparecer y darse un chapuzón en el plato de agua que cada día le preparo con maternal sumisión. Es momento de recopilar el curso y hacer acopio de las experiencias habidas para enfrascarlas en la perspectiva del curso próximo. Este curso he barajado todas las posibilida...