Dia de Pascua

Siempre esperando ese día de fiesta, gozo y gracia que podía transformar nuestra vida con experiencias extraordinarias. Siempre viéndolo acercarse por el horizonte dejando a nuestro alrededor su perfume, pero sintiéndolo, una y otra vez, alejarse. Siempre convencido que los grandes acontecimientos suceden en fechas importantes que dejan huella en los calendarios y en los corazones... Siempre. Hasta que comprendí, hace bien poco, escuchando silenciosa y abiertamente a alguien de palabra honesta y breve, que la Pascua, la Pascua de tu resurrección, Jesús de Nazaret, el paso de Dios por nuestra historia, el florido anhelo de toda persona y de la misma naturaleza, sucedió pasada la fiesta, pasado el sábado, el primer día de la semana. O sea, ¡un día de resaca!, un día para el olvido, un día sin historia, un día del montón, un día sin aliciente, un día de cuerpos y espíritus decaídos, un día de oscuro horizonte, un día c...