Salmo del Primero de Mayo
Alabad los primeros de mayo al Señor de los señores. Alabadle protestas y esperanzas surgidas este día. Alabadle las manos levantadas con la uve del triunfo, los puños cerrados contra el mal y las concretas injusticias, alzados en el viento como árboles humanos de fuerza y de futuro. Alabadle las bíblicas palomas de Picasso, todas las palomas de la Tierra que vuelan por los aires de metáforas. Alabadle las notas festivas y audaces del himno de los pobres. Alabad al Señor los yunques y martillos, las simbólicas hoces campesinas, insistentes cepillos artesanos, calderas febrecidas de los buques, las grúas voladoras de los puertos, los picos insaciables de las minas, los dóciles buzos del trabajo, tractores señoriales de los pueblos, máquinas de toda clase y condición. Alabad al Señor revistas y periódicos obreros, alabadle también los pacientes bolígrafos, que escribís los panfletos y los órdenes del día. Alabad claveles rojos al Señor de los claveles, que brotáis sólo un rato en las sol...